Ir al contenido principal

Viela, Julio Cortázar

Por qué una vieja canción cantada por cualquiera
que tenga en la garganta como una sal de tiempo
y esa manera de decir que es siempre despedida o conjuro,
ha de llenarme el pecho con humo de desgracia,
entrarme a la región de la más dulce remembranza,
viendo caer uno a uno los muñecos del presente,
abrirse puertas en mitad de las paredes que aprisionan el día,
cortar los lazos verdes que me fijan a mi nombre y a mis ritos.



Oh fado, canto inútil, sortilegio inútil,
operación de un orden en que alientan los sueños, las estatuas,
las plazas por la noche, las bebidas más blancas, las mujeres,
el cigarro clavado entre los labios, la renuncia al mañana, el
vómito final
que nos lava de esa verdad demasiado frágil,
nos devuelve a una cama donde esperan atentas las hermanas de
la misericordia,
los agentes de la honradez y el pundonor,
los aliados del poder judicial de cada día dánoslo hoy,
buen muchacho, trabaja que es un gusto.

Viela, tomado de "Papeles inesperados" de Julio Cortázar

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hasta siempre Eduardo Galeano

“RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.” Y te recordaremos siempre maestro, gracias por tanto! Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940 - 13 de abril de 2015)

Fragmento de La Campana de Cristal de Sylvia Plath

"Vi mi vida desplegándose ante mí, mi vida como las ramas de la higuera verde [...] En la punta de cada rama, como un grueso higo morado, pendía un maravilloso futuro. Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era una famosa poeta y otro higo era una brillante profesora y otro higo era Esther Greenwood, la extraordinaria editora […] Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de ése árbol de higos, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, lo higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies."

Versos para Billie - Joan Margarit

Abrázame -pedías. Embraceable you, dice tu voz, que a la vez suena desgarrada y brillante. Abrázame: quedaba, para el final, un año. Los vasos entrechocan y los muertos te aplauden: