Ir al contenido principal

Miguel Abuelo

26 de marzo de 1988 muere Miguel Ángel Peralta más conocido como Miguel Abuelo, músico, poeta y cantante argentino. Fue líder de Los Abuelos de la Nada y autor de canciones como Himno de mi corazón y Cosas mías. Forma parte de la primera camada de pioneros del rock argentino. Miguel Abuelo pasó su infancia viviendo en un orfanato y luego bajo la protección de una pareja mayor que lo apadrinó. De personalidad inquieta y rebelde, Miguel se une a la gente de La Cueva, un bar-teatro donde se da origen al rock nacional (argentino), con Litto Nebbia (Los Gatos) y Javier Martínez (Manal), Mauricio "Moris" Birabent, Pajarito Zaguri, Pipo Lernoud, Tanguito, entre otros.

Pobre eres!
si no llevas repletas las arcas de tu corazón
idiota perdido!
aquel que no se reconozca en un odio insensato
¿qué imbécil no verá su pasión más desjuiciada?
¿y qué clase de rico será
quien no lleve todo junto y en un solo puño
la psiquis y el latido de su pueblo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bocas, Mario Benedetti

¿Dónde empieza la boca? ¿en el beso? ¿en el insulto? ¿en el mordisco? ¿en el grito?

Hasta siempre Eduardo Galeano

“RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.” Y te recordaremos siempre maestro, gracias por tanto! Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940 - 13 de abril de 2015)

Una anécdota, de cuando Gabriel García Márquez terminó de escribir su novela "Cien años de soledad".

Desde el 65 al 67. Fue una época estupenda. Es decir, una época que no era fácil porque no teníamos dinero, pero en cambio, una época muy buena, porque yo estaba escribiendo como un tren, que es lo mejor que le puede suceder a un escritor. Entonces cuando yo vi que Cien Años de Soledad venía y q ue no la paraba nadie, le dije a Mercedes, "tú te haces cargo de este asunto". Ella, por supuesto, no lo pensó dos veces. Es curioso que mis hijos, ahora, yo les pregunto por esta época y ellos me recuerdan como a un hombre que estaba encerrado en un cuarto, que no salía nunca... Y yo tenía la impresión de que era el ser humano más humano y más sociable del mundo. Y ahora me doy cuenta de que durante dieciocho meses no salí del cuarto. Pero yo recuerdo que salí una vez. Salí una vez cuando Mercedes me dijo que ya no había nada que hacer. Que ya había llegado al fondo. Entonces yo tenía un carro y lo llevé al Monte de Piedad y lo empeñé y le traje a Mercedes la plata y le di...